FLORENCIO LUGO.
FLORENCIO LUGO Madre intranquilidad, bebí En tus senos electrizada leche. Pablo Neruda. Se quedó atento; lo más que pudo. Agudizando sentidos, trataba de leer un mensaje que alguna persona, ajena a él, había dejado sobre la pared. Siempre analizando cada detalle del rededor, desde que tuvo uso de razón, un poco después de su nacimiento allá en El apache, pueblo nostálgico y agridulce donde se apilan las necesidades, convertidas en hambruna. Calamidades desde sus antepasados hasta su presente. Cruel lastre, herencia para descendientes que vinieran, hasta que alguien o algo, diera giro al curso del trajín sin sentido humano. Desd