IZQUIERDA REVOLUCIONARIA AUTÉNTICA

Esbozo de lo que podría ser una organización de... IZQUIERDA REVOLUCIONARIA AUTÉNTICA

Iniciar la creación de una organización de izquierda revolucionaria autentica, requiere de una preparación ideológica adquirida a través del estudio del materialismo histórico, del marxismo leninismo y en general, de las experiencias de todos los movimientos revolucionarios que se generaron en varios países del mundo, en tiempos del pasado.

Si se parte del hecho de estar participando en un movimiento social, el siguiente paso sería la selección de personas con cierto nivel ideológico, que coadyuven en la búsqueda y adquisición de literatura revolucionaria y en la creación de seminarios para la formación de cuadros. Con un mínimo de 20 participantes se procederá al nombramiento de los integrantes del comité de lucha, el cual se formará inicialmente por: un jefe político, un secretario de actas y acuerdos, un encargado de organización y cultura, un encargado de conflictos y un encargado de prensa y propaganda.

La creación de seminarios deberá multiplicarse, conforme crezca la organización y la ubicación de cada uno se hará de manera estratégica, previo acuerdo de los compañeros dirigentes.

Los argumentos básicos para la politización masiva tendrán sustento en las condiciones objetivas existentes.

Las condiciones subjetivas se irán logrando de acuerdo al avance de la organización; la cual, bajo ninguna circunstancia participará en política oficial; de igual manera, deberá abstenerse de aceptar diálogos o acuerdos con representantes del gobierno; de lo contrario, perderá su autenticidad y entonces pasará a ser un movimiento más, como tantos otros que han quedado en el camino y/o, para no desaparecer, se convertirá en filial de los partidos de derecha o ultraderecha.

Los obstáculos más difíciles a vencer para lograr el avance ideológico masivo, son los fanatismos: religioso, político deportivo, etc., a los que habrá que combatir con decisión y firmeza.

La meta mediata de la organización será sustraer a la sociedad del letargo al que, durante siglos, ha sido sometida a través del pensamiento mágico y de todo tipo de argucias por parte de los poderosos que encabezan el sistema económico-político que nos rige.

Cuando el movimiento revolucionario alcance un nivel considerable, reconocido dentro y fuera del país, las estructuras del capitalismo empezarán a cimbrarse y será entonces cuando los defensores del sistema y sus ejércitos atacarán de manera violenta (lo cual ha sido una constante en la historia de la humanidad); no olvidemos que las fuerzas contra-revolucionarias están entrenadas y capacitadas para entrar en acción y aniquilar a todo movimiento que se considere de alto riesgo para la seguridad del sistema capitalista.

El movimiento revolucionario deberá continuar en la lucha no violenta hasta llegar al límite de su resistencia; porque para el movimiento revolucionario lo más importante no debe ser el enfrentamiento bélico, sino el despertar de la ciudadanía.

Un pueblo despierto, concientizado, unido, jamás se da por vencido.

RFLH.

28 de Agosto del 2013