El MONGE LOCO.


EL MONGE LOCO
Ahora me trasladaré a los tiempos de la Rusia zarista, ubicándome en el año de 1907, cuando el heredero del imperio ruso, un niño de 2 años de edad que padecía hemofilia, calló gravemente enfermo afectado por una fuerte hemorragia, la cual no pudo ser controlada por los médicos cortesanos, quienes fueron incapaces para proporcionarle ayuda.
Con el antecedente de 4 familiares muertos a causa de la hemofilia, la zarina Alexandra se sentía terriblemente angustiada, su único hijo, Alexis había heredado la enfermedad. En su desesperación por salvarlo, mandó buscar a Gregory Yefimovich Rasputín, un hombre del campo siberiano que decía ser un hombre santo, por lo que se hizo famoso en San Petersburgo. Sus particularidades respecto a poderes curativos, lo habían convertido en uno de los favoritos de la aristocracia.
Rasputín llegó entonces a la habitación del niño enfermo, rezó unas oraciones y como por arte de magia la hemorragia cesó. Ante semejante resultado, la zarina y el zar Nicolás II,  asombrados por los acontecimientos, elogiaron a Rasputín y desde ese instante lo aceptaron en su círculo social. Alexandra muy agradecida, adoraba a Rasputín, lo admiraba y lo quería como si en realidad fuera un santo. Él obtuvo, gracias a la zarina, una gran influencia política.
Tras haber salvado en repetidas ocasiones al niño Alexis, en 1915, “el Monge loco” (Rasputín) ya era uno de los hombres más poderosos de la Rusia zarista. Llenó la corte de gente de su confianza, quienes, dado su bajo nivel social, pronto despertaron el resentimiento de un amplio sector de la aristocracia. Inevitablemente, su muy cuestionable comportamiento, desencadenó su propia ruina. Los rumores de corrupción circulaban por todas partes, el clero se pronunció en contra de él y los políticos sugirieron al zar que lo desterrara de la corte.  
Cuando los periódicos atacaron a Rasputín, Alexandra convenció a su marido de que los censurara; sin embargo, el descontento entre la opinión publica siguió creciendo en contra de Rasputín.
En 1916 cuando se desencadenaba la primera guerra mundial, un grupo de conservadores empezó a desconfiar creyendo que entre él y la zarina conspiraban para negociar la paz con Alemania; entonces decidieron eliminarlo propiciando su muerte.
Según se supo, invitaron a Rasputín a una reunión en una casa particular y allí ofrecieron una comida, el platillo de Rasputín estaba envenenado, pero como él no sucumbió al ingerir el veneno, el conservador Félix Yusupov, le disparó y a pesar de que el arma fue accionada varias veces, Rasputín no caía muerto. A final de cuentas, los agresores acabaron con su vida arrojándolo al rio Neva, donde pereció ahogado.
Un año más tarde la familia real, es decir, los Romanov, fue capturada y luego  asesinada en plena revolución Rusa.
En el año de 1917, la Corte zarista que alojó y luego dio muerte a Rasputín, desapareció para siempre.
Raúl Florencio Lugo Hernández.
17/01/2019.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ASALTO AL CUARTEL DE CIUDAD MADERA.

CHIMO Y LA CULTURA.