MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO.


MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO.
El movimiento revolucionario armado en México, que dio inicio en el estado de Chihuahua en  la década de los 60’s, con el Grupo Popular Guerrillero, que se extendió después a casi toda la república mexicana y que culminó a principios de la década de los 80’s, con la participación de la Liga Comunista 23 de Septiembre y otros grupos, ha sido atacado por detractores (unos pagados por el sistema, otros por iniciativa propia) que pretenden restarle importancia, afirmando que: “no hubo aportaciones a la vida política y/o económica del país”. Las aportaciones a la vida económico-política del país, se logran al triunfo de la revolución, no antes. También dijeron que: “la experiencia que arroja dicha etapa no contribuyó en nada a la vida democrática de la nación, por el contrario contrajo violencia, desestabilización y muerte”, etc. Es obvio que todo movimiento revolucionario armado traerá como consecuencia: violencia, desestabilización y muerte. Las contribuciones ideologico-politícas del movimiento revolucionario armado, están plasmadas en la historia de nuestro país y serán los revolucionarios de las nuevas generaciones  quienes las ubiquen y las valoren en su real dimensión.  En los planes del Grupo Popular Guerrillero, no se contemplaban cambios dentro del sistema; el Grupo Popular Guerrillero tenía como meta el derrocamiento del sistema capitalista, para instaurar un sistema económico-político socialista. Los integrantes del Grupo Popular Guerrillero escogieron  el camino de las armas porque estaban seguros de que por otros medios de lucha, nunca lograrían sus objetivos; es decir: los poderosos del sistema, jamás cederán en el control que ejercen sobre la ciudadanía y sobre la riqueza que los mantiene en la cúspide de la economía nacional, posición que históricamente han defendido ferozmente y con violencia.
Desde siempre, se ha ejercido una campaña agresiva, en contra del movimiento  revolucionario; Alterar la historia para desacreditar al movimiento es iniciativa de los representantes del sistema, la finalidad es restarle méritos y que no sea ejemplo a seguir para las nuevas generaciones.
En una ocasión dije que la lucha armada en México ya había  pasado a la historia, basándome en los triunfos, por la vía electoral, de Salvador Allende, y otros, y en el fracaso de los grupos guerrilleros mexicanos; pensaba que la lucha debe darse de manera inteligente, a través de una organización de izquierda revolucionaria auténtica; creo que así debería ser, pero los  defensores del sistema no piensan lo mismo y serán ellos quienes, obedeciendo a sus jefes, los oligarcas, arremeterán con violencia y será el pueblo quien decida si contesta con violencia a la violencia institucionalizada o sigue de rodillas por los siglos de los siglos.
Raúl Florencio Lugo Hernández.
04/04/2018.

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