TARAHUMARAS.


TARAHUMARAS.
Los indígenas tarahumaras son una etnia mexicana que habita en un extenso territorio al suroeste del estado de Chihuahua, ubicado en las partes altas de la Sierra Madre Occidental, conocida también como Sierra Tarahumara.
Los tarahumaras o rarámuris, como ellos mismos se definen, trataron de evadier la conquista de los españoles en el siglo XVI, cuando los misioneros jesuitas arribaron a la sierra, en el año de 1632 con la finalidad de evangelizarlos. La presencia de los misioneros provocó descontento entre los tarahumaras. La rebelión de los indígenas era en contra de las acciones evangelizadoras de los jesuitas, pues ellos tenían sus propias creencias, diferentes a la religión católica. Los tarahumaras adoraban al sol, a la luna, al agua, al fuego, a ciertas plantas y a algunos animales. A consecuencia del conflicto religioso murieron varios misioneros, lo cual provocó la ira de los españoles, quienes atacaron con violencia, acabando con el movimiento de los indígenas.
En la actualidad, los tarahumaras siguen conservando muchas de sus costumbres y creencias. Son nómadas por necesidad; en tiempo de siembra de maíz y frijol suben a las mesetas, en las partes altas de la sierra, al termino de las cosechas bajan a las comunidades donde conviven con familias de mestizos, a quienes ellos llaman chavochis. Sus principales fuentes de sobrevivencia son la agricultura y la caza. También emigran a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida, pero siempre regresan a sus lugares de origen.
El territorio de los raramuris se compone de altas montañas, barrancas profundas y espesa vegetación, compuesta principalmente por pinos, cedros, encinos, etc. (Los principales destinos turísticos de la sierra son: La barranca del cobre y la cascada de basaciachi) En la fauna encontramos: venados, ardillas, guajolotes silvestres, águila real, patos, gansos, lobos, leones, etc. En los ríos se puede pescar: trucha, bagre, carpa y algunas otras especies.
Las casas donde viven los hermanos Tarahumaras son construidas por ellos mismos, para lo cual utilizan adobe, madera y piedra. Dichas casas o mejor dicho, jacales, carecen de todos los servicios. También habitan en cuevas las cuales acondicionan reduciendo la entrada con piedra y lodo.
El tesgüino, bebida elaborada por ellos mismos, con maíz fermentado, se consume en las fiestas que se llevan a cabo en la comunidad y que son muy importantes en su cultura, porque de esa manera conservan su identidad y sus costumbres. Para ellos, el respeto a la gente está en primer lugar, por lo tanto, esperan que  los chavochis y los turistas sean respetuosos con ellos.
Sus celebraciones las llevan a cabo a través de danzas y tesgüinadas; para ellos las danzas son oraciones, con las cuales dan gracias a sus dioses por todo lo que reciben para vivir.
La convivencia con los mestizos siempre ha sido para el tarahumara un riesgo y un peligro, porque desde la época de los españoles han sido victimas de maltrato y despojo de sus tierras o sus propiedades. “Dios creó a los raramuris y el diablo a los chavochis” Esta leyenda se trasmite oralmente entre los indígenas y se refiere a la pobreza y a la marginación a que han sido sometidos desde los tiempos de la conquista.
Más de una vez me han preguntado que si soy indio tarahumara; mi respuesta ha sido que me sentiría orgulloso de serlo, pero desgraciadamente soy mestizo y digo desgraciadamente porque  el mestizaje empezó con los hijos bastardos de los españoles, quienes tomaban por la fuerza a nuestras indias mexicanas.
Raúl Florencio Lugo Hernández.
23/10/2012.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ASALTO AL CUARTEL DE CIUDAD MADERA.

CHIMO Y LA CULTURA.