IGNACIO ALLENDE.
IGNACIO
ALLENDE.
Ignacio José de Allende y Unzaga, nació en San
Miguel el Grande (San Miguel de Allende) el día 21 de enero de 1769. Fue hijo
del matrimonio formado por Domingo Narciso de Allende y María Ana de Unzaga.
Su padre fue un comerciante de buen nivel
económico; don Domingo y su esposa pertenecían al círculo social donde se
“codeaban” las mejores familias de San Miguel el Grande.
En el año de 1802, Ignacio Allende contrajo
matrimonio con Luz Agustina de las Fuentes; pero, al poco tiempo, la joven falleció.
Ignacio Allende tomó la carrera de las armas y
sus primeros ascensos los ganó bajo las órdenes de Félix María Calleja.
En 1806, siendo ya capitán, participó en una
concentración de tropas en Jalapa, Veracruz. Fue allí donde tuvo conocimiento de las tendencias
independentistas.
En el año de 1808, en San Miguel el Grande,
estuvo al frente del regimiento de caballería llamado “Dragones de la Reyna”.
Después, se dio a la tarea de promover la
independencia; también asistía a las reuniones clandestinas que organizaban el
corregidor Miguel Domínguez y su esposa, Josefa Ortiz, en Querétaro, donde se
fraguaba el inicio de la lucha de independencia. Fue allí donde conoció al cura
Miguel Hidalgo y a Juan Aldama.
En dichas reuniones acordaron que la rebelión sería encabezada por Ignacio Allende y Juan
Aldama. El cura Miguel Hidalgo les ofreció su apoyo y el de sus feligreses.
El día 16 de septiembre de 1810, a las 2:00 de
la mañana se enteraron de que la conspiración de Querétaro había sido
descubierta y que había orden de arrestarlos.
Al enterarse de que la conspiración había sido
descubierta, decidieron adelantar la fecha y fue el cura Hidalgo quien, a final
de cuentas, dio el grito de independencia, la madrugada del día 16 de
septiembre de 1810.
Allende fue siempre muy respetuoso con la
población civil y cuando capturaba a sus enemigos no los castigaba ni los
ejecutaba.
Después de la toma de la Alhóndiga de
Granaditas y la victoria de Monte de las cruces, Allende propuso a Hidalgo
avanzar hacia la capital del virreinato, pero el cura no aceptó la propuesta,
dando como resultado un resquebrajamiento de la relación entre ambos que
duraría hasta el final de sus vidas.
Después de la batalla del Puente de Calderón
donde fueron derrotados, los jerarcas del movimiento exigieron la destitución
de Hidalgo y Allende asumió el mando de las huestes independentistas. Diezmados
por la derrota, Allende ordenó la retirada hacia el norte, con la intención de
conseguir dinero, armas y llevar a cabo un reclutamiento para reforzar las
tropas.
En Acatita de Bajan, Allende fue traicionado
por Ignacio Elizondo. Allende y otros cabecillas del movimiento fueron
aprehendidos y conducidos a la Ciudad de Chihuahua donde, Allende, fue juzgado
por insubordinación y fusilado el día 26 de junio de 1811. Su cadáver fue
decapitado y su cabeza colgada en una de las esquinas de la Alhóndiga de
Granaditas, como escarmiento a la población.
Raúl Florencio Lugo Hernández.
09/07/2010.
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